Aunque los inicios de la aviación moderna pueden situarse a comienzos del siglo XX y los hermanos Pascale, fundadores de Tecnam, ya estaban fabricando avionetas en los años 40, los aviones ultraligeros o aviones ULM tal y como los conocemos en la actualidad surgieron a principios de los años 80. El principal motivo de la aparición y expansión de la aviación ligera fue el elevado coste de la aviación general y la necesidad de los aficionados a volar sin las restricciones y la estricta normativa que deben cumplir los aviones comerciales o incluso el resto de la aviación general, que comprende todos los vuelos que no están comprendidos en la aviación comercial de transporte regular o no regular.
A finales de los años 70, una parte de los aficionados a los aviones deseaban volar de forma mucho más económica, una necesidad que fue cubierta por empresas como Tecnam y respaldada por una regulación propia para los aviones ultraligeros. De esta forma, a principios de los 80 empezaron a aparecer aviones de vuelo lento sujetos a una regulación más flexible, que pasaron a denominarse ultraligeros debido a una serie de características comunes. Los ULM principalmente son de poco peso y escaso consumo, por lo que resultan mucho más accesibles y económicos. Este es uno de los principales motivos que hacen que en España un tercio de los aviones matriculados sean ultraligeros
Estas aeronaves, para ser consideradas ultraligeros, no pueden tener más de dos plazas, ni un peso superior a 450 kilos al despegue (300 kilos si es monoplaza). Además, deben ser aviones motopropulsados.
La velocidad de pérdida en configuración de aterrizaje que deber ser siempre inferior a 65 km/h y la altura de vuelo debe situarse entre 150 o 200 metros, siendo 300 metros sobre el terreno (AGL) el máximo legal.
El vuelo se realiza en zonas no controladas, entre el amanecer y el ocaso en condiciones favorables. No se puede sobrevolar zonas restringidas, zonas urbanas y concentraciones de personas.
No es necesario elaborar un plan de vuelo, ni ponerse en contacto con la torre de control, pero el piloto siempre será responsable de mantener la distancia contras aeronaves bajo las normas de vuelo visual (VFR).
Está claro que una de las ventajas claras de los ULM es que no se necesitan tantos permisos para operar como otros tipos de aviones, aunque los ultraligeros tienen restringido el permiso de vuelo en zonas urbanas y zonas controladas. Gracias a los continuos avances en investigación, las nuevas generaciones de ultraligeros cuentan con las más avanzadas tecnologías y características. Esto hace que cada vez más, se permitan vuelos de mayor duración y mucho más confortables y seguros, dando lugar así a la denominada “tercera generación” de ultraligeros.
Debido a sus características, su fácil manejo, sus menores costes operativos y su facilidad para despegar y aterrizar en pistas menos preparadas que aviones de mayor tamaño, los ultraligeros no solo se usan para vuelos recreativos y para formación de pilotos, sino también para labores de búsqueda y localización, control de incendios, vuelos de observación de zonas de catástrofes naturales, transporte de médicos a zonas de difícil acceso y evacuación de heridos, competiciones…
Los ultraligeros pueden clasificarse en tres categorías distintas:
Han pasado 30 años desde que la categoría de ULM existe y mucho ha sido lo que tecnológicamente han evolucionado. Aleaciones y materiales de compuesto nuevas, metodologías de diseño de última generación, diseño por ordenador, mejora de los sistemas de calidad de producción, etc… El resultado es aeronaves tremendamente seguras y con unas prestaciones de vuelo extraordinarias.
Para poder pilotar un vehículo homologado y matriculado como ULM, el usuario debe obtener la licencia de piloto ULM en sus diferentes variantes –ala fija, DGC y rotativa– expedida por AESA. Para poder obtenerlo es obligatorio cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, a partir de los 16 años ya es posible realizar el curso en un Centro de Vuelo de Ultraligeros con Escuela como alumno-piloto.
Muchas escuelas usan los aviones Tecnam para formar a los pilotos, ya que es una de las marcas con mayor reconocimiento entre los centros de formación. Para obtener el permiso de vuelo se deben haber realizado como mínimo quince horas de vuelo en ultraligero. Asimismo, se deben conocer las reglas VFR -reglas de vuelo visual- y los mínimos de seguridad establecidos
El término avioneta es muy usado, sobre todo entre la gente ajena al sector de la aeronáutica, aunque impreciso, ya que puede abarcar aeronaves de diferentes categorías. Este nombre procede de la palabra facencesa ‘avionette’. La palabra avioneta está formada por el prefijo avión y el sufijo eta (sufijo de tipo diminutivo, nativo de los idiomas catalán, valenciano y aragonés), por lo que significaría avión pequeño.
Según la RAE, una avioneta es un “Avión pequeño y de poca potencia”, una definición demasiado amplia para poder ser usada dentro del sector de la aviación, por lo que su uso es más común en el lenguaje general que dentro del mundo de la aeronáutica, en la que se usan categorías más concretas según el tipo de aeronave.
En el caso de la Aviación Ligera, en la que los aviones ya pueden alcanzar hasta los 1.500 kilos en despegue (el peso del avión más el de los pasajeros) sí pueden operar en aeropuertos con control aéreo y sus pilotos sí están obligados a informar del plan de vuelo a la torre de control con todos los datos de la ruta, puntos de paso, destino y hora de llegada con al menos media hora de antelación antes del despegue. Los aviones ligeros, para los que ya es necesaria la licencia de piloto privado, también deben aportar la información de la cantidad de combustible con la que se vuela y las alternativas de aeropuertos a los que se dirigiría la aeronave si hay cualquier avería, fallo grave o problema durante el vuelo. Además, los aviones ligeros suelen contar con sistemas de navegación más completos que los ultraligeros, ya que están preparados para realizar vuelos más largos.
Sí, siempre y cuando el país receptor te permita el vuelo con tu ULM. En la práctica, podemos considerar que todos los países aceptan los ultraligeros del resto de países de la UE. De hecho, es muy común encontrar pilotos de ULM que realizan grandes viajes por toda Europa, incluso a países cercanos a España como Marruecos.
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